El encuentro con las diferencias siempre será un reto, pero finalmente también es necesario porque es algo que nos enriquece, y a lo que estamos cada vez más expuestos, dadas las condiciones de apertura y globalización en el mundo actual.
Abordar otra cultura puede ser un asunto que en principio nos abruma o nos despierta extrañeza, enajenación y desasosiego pero con el tiempo lo aceptamos porque se convierte en una ganancia muy positiva que deja huella en nuestra vida personal y nos llena culturalmente; nos sirve para comprender lo que está más allá de lo que conocemos.
Tener la experiencia AuPair hace posible enfrentarse a otra cultura en condiciones seguras. No obstante, esto significa ser inmigrante en otro país y esto a veces no es fácil, pues además de no estar habituado al estilo de vida y costumbres nuevas, se suelen tener sensaciones de nostalgia por los cambios y el hogar que se ha dejado atrás. Además, el hecho de tener que lidiar con la barrera del idioma, más todo lo que implica cuestionar nuestro origen en otro contexto, son asuntos que se comprenden ampliamente en el proceso de adaptación que vive un AuPair y para lo cual las agencias de Intercambio brindan soporte.
Fundamentalmente dependerá mucho de la perspectiva mental y emocional desde la cual un AuPair considere todos estos cambios en su proceso de adaptación, pues aunque acomodarse a tantas novedades no es tan fácil, la vida igual está llena de cambios y retos. Viajar es una oportunidad particularmente encantadora que enfrenta al mundo, amplía horizontes y hace adquirir habilidades indispensables que servirán para la vida adulta: responsabilidad, aceptación de las circunstancias y disciplina. Es por esto que ser inmigrante trae ganancias personales, culturales y profesionales que no puede remplazar la formación regular en una institución. Esto sin contar con que aprender una nueva lengua es aprender un nuevo mundo lleno de peculiaridades cargadas de cultura y qué mejor que aprenderlo en el contexto real, con nativos y a través de la vida diaria, lo que muchos quisieran vivir: Una inmersión cultural.
En la vida cualquier cambio implica algo de resistencia al inicio, luego hay un proceso de aprendizaje y adaptación, hasta que al final todo resulta ser familiar nuevamente pero ya con una ganancia.